NUESTRA UBICACIÓN: LA GARROTXA
No es casualidad que Olot Meats, S.A. decidiera situarse en la comarca de la Garrotxa. Es una comarca de larga tradición cárnica, emprendedora y, hoy, bien conectada con Francia, a través de la AP-7 Autopista del Mediterráneo, con el AVE que sale de Figueres, con el aeropuerto de Girona, ya una hora y media de Barcelona.
Situada en el sur de los Pirineos, en la provincia de Girona, tiene una extensión de 736 km² y no alcanza los 60.000 habitantes. Reúne una riqueza natural y paisajística impresionante y un patrimonio cultural extraordinario. El norte de la comarca, conocido como la Alta Garrotxa, es montañoso y se caracteriza por las rocas sesgadas y los profundos valles.
De este paisaje abrupto proviene el topónimo de la comarca, ya que ‘garrotxa’ significa ‘tierra abrupta’, por la que es difícil andar. La Baixa Garrotxa, en el sur, es, en cambio, un continuo de suaves prados salpicados por bellas masías que exudan tradición. La mayoría de las poblaciones se encuentran en esa parte, entre ellas la capital, Olot, de 30.000 habitantes.
La Zona Volcánica de la Garrotxa es el mejor exponente de paisaje volcánico de la Península Ibérica. Tiene una cuarentena de conos volcánicos y más de 20 coladas de lava.
En cuanto a su actividad económica (datos extraídos del Observatorio para el desarrollo sostenible de la Garrotxa 2021, correspondientes a 2020), la industria tiene un peso en la comarca del 47’7% -con la agroalimentaria a la cabeza- seguida por los servicios, con un 46%, la construcción (5%) y la agricultura (1´3%).
La tasa de ocupación, del 67’2%, es superior a la media de Girona y de Cataluña y la tasa de paro registrado es del 9’3%, inferior a la media de Girona y de Cataluña.
La estimación del volumen total de las exportaciones a la Garrotxa es de 528,76M€; Asia es el primer destino (44,6%), seguido de África (31,5%) y América (18,1%). Los preparados cárnicos, con un 23% del total, son el principal sector exportador.
El legado histórico de la comarca está presente en las numerosas ermitas e iglesias románicas y en los bellos y bien conservados pueblos medievales. Es una maravilla adentrarse en la Fageda d’en Jordà, un bosque de hayas que parece sacado de un cuento de hadas, caminar hasta el volcán de Santa Margarita, recorrer el centro histórico de Besalú, visitar Santa Pau o maravillarse con las casas de Castellfollit de la Roca.
Una visita a la Garrotxa no puede dejar de lado su fantástica gastronomía. Aunque el producto más conocido de la comarca es, sin lugar a dudas, el exquisito embutido, ofrece otras muchas delicias culinarias como las patatas rellenas de carne de Olot o las judías de Santa Pau. A estas tierras se les atribuye el origen de platos tan típicos en Cataluña como la escudella o la butifarra con judías.